Mi año de Brigadista | Katherine Paterson
Todas las personas que sabían leer y escribir fueron
convocadas a participar en las brigadas del ejército alfabetizador, a cambio
recibirían el resto de su educación hasta terminar la universidad de manera
gratuita. Lora, una niña de 13 años está convencida de que es su compromiso
ayudar a alfabetizar a la población que
no ha tenido acceso a una educación académica como la de ella, compartir sus
conocimientos con quienes no lo tienen es lo único que está en su mente. Pese a
la resistencia más que comprensible de
mandar a su hija de 13 años a enseñarle a leer y escribir a un grupo de
campesinos en medio de la selva, logra enlistarse en esta brigada y así
comienza su misión durante todo un año, en la que dejará las comodidades de su
vida en familia de ciudad, para vivir en una aldea con campesinos, participando
de sus actividades diarias, enseñándoles a leer y a escribir a adultos,
ancianos y niños y sobre todo a intentar sobrevivir en un país que aún sigue en
guerrilla.
Lo bueno
La historia empieza fuerte, un primer capítulo que me hizo
derramar un par de lágrimas en el tren de regreso a mi casa; a partir de ahí
todos los capítulos llevan buen ritmo. Pese ser una historia pensada
principalmente para adolescentes no está la típica historia de amor juvenil de
por medio y eso siempre se agradece.
Los personajes están bien construidos, Lora tiene
motivaciones suficientes para renunciar a una vida, que si bien no está llena
de lujos como la de algunas de sus compañeras de escuela, es una vida en la
ciudad; con acceso a una buena educación, con una casa en donde vivir, una cama
para ella sola, libros, y comida siempre en la mesa. Ella quiere ser realmente
parte de ese cambio prometido para Cuba, ella sabe que las cosas no se darán
solas y está dispuesta a poner de su parte en el ejército de alfabetizadores,
además que la educación universitaria gratuita es una motivación muy fuerte
para una niña que quiere ser profesionista y que sabe lo difícil que es ganarse
la vida para sus padres.
Estar basada en hechos verídicos siempre le da puntos extra
a las historias, pero no hay que confundirse, esta no es una crónica
periodística, es una novela de ficción, que toma prestados eventos históricos
para construir una historia sólida, realista
e inspiradora.
Lo malo
Creo que hay un par de personajes que están de más, no le
aportan nada a nuestro protagonista ni a la historia central, sin embargo están
ahí, hay una historia de amor que se quiere desarrollar paralela a la
principal, sin embargo nunca despega, no hay nada, esto puede dejar con ganas a
algunos lectores de ver un poco de romance, sin embargo personalmente,
agradezco que la historia no se dejó desviar por ese camino fácil.
Apuntes personales
En el momento que Lora describe como es su primer noche de
brigada, en la casa de unos campesino a quienes no conoce, en medio de un
bosque lleno de ruidos que no le son familiares, llena de incertidumbre y
miedo, me transporte a un evento de mi vida el cual no tiene mucho que sucedió:
la primera vez que me subí a una ambulancia como paramédico, iba como alumno
todavía, sin embargo ya era personal de abordo. Era de noche, llovía mucho, yo
estaba en la parte de atrás de la ambulancia solo, mientras las luces y las
gotas de lluvia se impregnaban en la ventana y el ruido del tráfico se fundía
con la estruendosa sirena, era casi medianoche y mi único pensamiento, que
seguramente Lora también tuvo en esa primer noche de brigada fue: “Que demonios
estoy haciendo aquí?”.
Al leer esas líneas entendí perfectamente todo lo que estaba
en la cabeza de Lora pero sobre todo en su corazón. El miedo de fracasar, el
alejarse de las comodidades del hogar, de llevar una vida como la de cualquier
otra persona normal y sin embargo estar ahí, y no entender porqué lo hacemos.
Este libro de ficción basado en un evento histórico bastante
importante para latinoamérica pero sobre todo para nuestro país vecino del
caribe es sin duda uno de los mejores que he leído en el año, es relativamente
corto (te lo puedes leer en una sola sentada) y tiene un epílogo y notas del
autor que son bastante enriquecedores para entender un poco más acerca del
contexto histórico. Además que soy un fiel creyente y promotor del voluntariado
en cualquiera de sus múltiples campos, cada quien desde su trinchera es responsable
de hacer de hacer un poco menos horrible, este mundo en el que vivimos.
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